Elemento

Patrimonio

Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción


 

El templo más sobresaliente de Castillejo de Mesleón es, sin duda, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, al otro lado del antiguo Camino a Francia (antigua Nacional I). Fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 1995.

Aunque hay constancia de que en el subsuelo hubo una construcción visigoda no sacada a la luz, el edificio primitivo es de época románica, finales del siglo XII, a la que posteriormente (en el siglo XVI) se añadió la sacristía, de estilo gótico y fue nuevamente reformado en el siglo XVII añadiéndole el torreón, la espadaña y el pórtico. Se construyó con mampostería, sillarejo y sillar de piedra. De la primitiva iglesia románica quedan aún los capiteles del interior, los canecillos, la puerta de cinco arquivoltas y la pila bautismal.

El pórtico ocupa toda la longitud del muro sur de la nave. Se accede a su interior a través de una puerta de grandes dovelas abierta en el muro este. Por encima de la puerta hay una hornacina de piedra vacía. Dentro nos sorprende una espectacular portada románica de cinco arquivoltas, cuyo maestro podría ser el mismo que hizo la de Languilla, en la tierra de Ayllón. Alternan las arquivoltas lisas con las aboceladas, hasta llegar al trasdós decorado con gruesos motivos vegetales. Las arquivoltas aboceladas se apoyan en columnas con basas, capiteles y ábacos decorados con motivos vegetales idénticos a los de las impostas que reciben las arquivoltas lisas. Entre los temas que decoran los capiteles podemos observar la Degollación de los Inocentes, una lucha entre guerreros, otra lucha entre un guerrero y un león y sirenas pájaro. En un sillar a la derecha de las columnas de la puerta y junto con las marcas de cantería, podemos distinguir la figura de un castillo, probable referencia al nombre del municipio.

Todo el alero lleva una cornisa soportada por una serie de canecillos labrados de forma muy simple, nacela, bolas y uno con hoja.

A los pies del pórtico se encuentra la pila bautismal románica, decorada en forma de cáliz de flor y la entrada a la escalera de caracol que sube a la espadaña y que ocupa un cuerpo cilíndrico.

La nave de planta rectangular se cubre con armadura de madera.
A sus pues se levanta el coro, apoyado sobre una columna de piedra en cuyo pedestal se lee la fecha de 1962. En su muro norte se alza el púlpito de piedra. El arco triunfal que separa nave y cabecera es doblado y trasdoseado con moldura de taqueado jaqués. Los capiteles de la dobladura reproducen motivos vegetales. El presbiterio es románico, pero sufrió una reforma, al menos, en 1685. El tramo recto se cubre con bóveda de medio cañón y el ábside con bóveda de horno. Amabas arrancan de una imposta que se origina en los ábacos del arco triunfal. En los muros del tramo recto se disponen sendos arcos ciegos sobre columnillas y capiteles decorados. En el suelo aparecen losas sepulcrales fechadas en 1531, 1601 y 1692.

El retablo mayor es barroco, dorado y policromado. Se organiza en tres calles, pero no conserva ninguna imagen ni pintura original.

En el lado del Evangelio (norte) se abre una pequeña puerta que comunica con la sacristía, añadida, como ya hemos indicado, en el siglo XVI. Esta estancia se cubre con bóveda de crucería en forma de estrella de cuatro puntas, una fórmula muy frecuente en el gótico postmedieval de la comarca. Las ligaduras forman una cruz con claves en sus extremos y en el centro. Esta última es más grande y se decora con un blasón cruzado.

Ermita de San Roque

Casi escondida entre las casas de Castillejo de Mesleón se encuentra la ermita de San Roque, con cabecera semicircular y una espadaña barroca, que es donde se celebra habitualmente el culto. En ella se guardan las imágenes del santo titular, así como la de San Antonio de Padua, Santos que salen en procesión el día de su fiesta.

Iglesia de Nuestra Señora del Rosario

La Iglesia parroquial de Sotos de Sepúlveda, dedicada a Nuestra Señora del Rosario, es un edificio de origen románico con sucesivas reformas en épocas posteriores. Conserva bien su estructura de una sola nave, presbiterio y ábside en hemiciclo. Está construida en mampostería, con sillares rematando esquinas y vanos, a excepción de la espadaña que es toda de sillería; ésta se alza en el muro oeste de la nave con dos arcos muy estilizados para las campanas en el cuerpo principal y rematada en forma de frontón con dos pináculos en los extremos.

La cornisa es de piedra sobre canecillos, alguno de los cuales presenta decoración escultórica con cabezas humanas y de animales.

El acceso se hace por el muro sur de la nave a través de una portada románica de tres arquivoltas: la interior es abocelada y descansa en impostas lisas y jambas; la intermedia tiene un grueso bocel en zigzag reforzzado por una cinta dentada y se apoya en columnas con capiteles y ábacos; la arquivolta exterior es abocelada y se trasdosea con moldura que taqueado jaqués, apoyándose sobre impostas y jambas.

Dentro de la nave, el coro se dispone al fondo, en un espacio ampliado para albergarlo y servir de soporte a la espadaña. La viga frontal del coro descansa en una columna de piedra, bajo él encontramos la pila bautismal, un vaso de piedra liso con bocel en la boca sobre un pie de sección cuadrangular.

Junto a la cabecera del templo se disponen dos retablos barrocos, el del lado del Evangelio está dedicado a la Virgen del Rosario. Consta de una calle única con hornacina para albergar la imagen, flanqueada por dos pares de columnas estriadas con capiteles de orden corintio romano. El retablo del lado de la Epístola consta de tres calles, con columnas estriadas de fuste abombado. En él se conserva una imagen de Santa Inés procedente de la ermita de un antiguo despoblado ya desaparecido.

Llama la atención en su interior un arco triunfal triple, apoyado en columnas con capiteles decorados con motivos vegetales, columnas y basas. Tanto el tramo recto del presbiterio como el ábside se cubren con armadura de madera reconstruida sobre parte de las antiguas vigas.

El retablo mayor también es barroco, dorado y policromado. En el lado norte se abre una pequeña puerta con arco de medio punto de ladrillo por el que se accede a la sacristía.

Fragua y Potro de herrar

En el parque de Castillejo de Mesleón, junto al frontón, se conservan la fragua y, a su lado, el potro de herrar ambos muy bien conservados.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Pilón

No hay un pueblo castellano que se precie sin un pilón y el de nuestro pueblo, situado al lado del río, es un pilón centenario.