Se celebran en Sotos de Sepúlveda el primer domingo de agosto. Aunque la festividad es realmente el 7 de octubre, ya hace muchos años se decidió festejarla en agosto con el objetivo de poder disfrutar de la fiesta con un clima más suave y facilitar que acudieran más personas a las celebraciones.

Durante el viernes y el sábado se hacen varias actividades como juegos para los más pequeños y fiesta o espectáculos para toda la familia.

Se culmina el domingo con la misa uy procesión en honor a la Virgen del Rosario, en la que, antes de salir de la iglesia se subasta quién va a portar cada uno de los 4 palos de la imagen. La Virgen es portada siempre por mujeres hasta el frontón del pueblo acompañada por música de dulzaina y baile de jotas segovianas. Ya de regreso, antes de entrar de nuevo a la iglesia, vuelven a subastarse los 4 palos para meter a la Virgen en la iglesia y para “subirla” a su hornacina, en la que aguardará hasta el año siguiente. Tras este emotivo acto se le canta la Salve.